Entre bailarines, coleccionistas y público en general, la versión undécima del Festival Mundial de Salsa, ofertó un espacio académico como escenario para la reflexión y construcción de conocimiento entorno a la historia, las producciones musicales, orquestas y formatos que giran en el argot musical que predomina en las calles de la ciudad la salsa.
Cerca de 600 asistentes, disfrutaron del conversatorio “la nueva Salsa caleña: las orquestas, sus directores y su música”, donde el recorrido de agrupaciones como Julio Cortéz y su corte, Clandeskina, la Mamba Negra y Calibre fueron escuchadas y reconocidas como las nuevas formas de producción musical de la ciudad.
Froiber Maya de la orquesta Calibre manifestó “que estas nuevas formas de producción musical representan a Cali en todos sus estratos, por eso es que la salsa en Cali ha sido algo insignia que la ha representado internacionalmente” adicionalmente este joven músico a título personal y en nombre de su agrupación musical agregó: “estamos tratando de explorar con sonidos, donde la guitarra eléctrica, la batería y los teclados, estos son sonidos que no son involucrados con la salsa, pero hemos tratado de crear algo nuevo”
De igual forma Julio Cortéz, hijo de Tito Cortez reconocido músico y con una amplia trayectoria en la producción salsera de la ciudad dijo: “hay que agradecer a las personas que han venido surgiendo con estos nuevos ritmos ya sea en la salsa tradicional y comercial, de igual forma para nadie es un secreto que la ciudad ha tenido un impacto fuerte con la salsa choque y la timba, pero la música es infinita y lo que hacemos es tratar preservar este género, porque la salsa nunca morirá”.
Finalmente, este espacio de dialogo y complicidad entre los músicos y asistentes invitados, dejo relatos y experiencias que reprodujeron en el imaginario de los caleños historias de la construcción musical de la ciudad.
Laura Amaranta Berón Salazar
